miércoles, 11 de diciembre de 2013

¿ Qué queréis de merendar?

Esto era lo que nos preguntaba un conocido anuncio de la tele y,  claro, todos coreábamos al unísono el nombre las galletas en cuestión.



Recuerdo las maravillosas merendolas que me preparaba mi mami ( después de pedírselo insistentemente, claro, porque no eran lo más sano que podía tomar) cuando regresaba del cole y me sentaba a ver Barrio Sésamo.  Un vaso de leche con Nesquik y:  una rebanada de pan con mantequilla espolvoreada de azúcar.......mmmmmmm ....... delicioso!, o una rebanada de pan con leche condensada  y espolvoreada con cacao ...mmmmmmmm.... divino! Otras veces, simplemente, era pan relleno de onzas de chocolate puro...mmmmmmmm......qué caray! de simplemente nada, ¡ambrosía!


Esta merienda de la infancia la he rescatado y continua perteneciendo a mi lista de merienda preferidas de la actualidad.




La hora de la merienda es algo que con los años vamos perdiendo o perdemos definitivamente, y acaba celebrándose en momentos puntuales; por ejemplo:  una tarde de compras con tu madre

                            Tarta de manzana y roibos de naranja y chocolate en Magnolia´s Café, en Alicante






Sin duda hay meriendas en mayúsculas,  negrita, cursiva y subrayado: CHOCOLATE CON CHURROS. Hace unas semanas, unos amigos, Luis y María, nos invitaron a su casa a comer y por la tarde fuimos a degustar este manjar en la Churrería Rafael, que está en la calle de los Limones, nº 26 de Benidorm (os digo la dirección, por si vivís allí, o estáis de paso por la ciudad y os apetece merendar), y que es de los padres de María.......mmmmmmmmmmmmmmmm qué bueno!!!!!!!!!!!!!!



Rueda de churros y chocolate  en Churrería Rafael, Benidorm

Otro tipo de merienda es la del aburrimiento casero: esta es la peor de todas, porque a veces tienes la despensa tan llena y, tú, un aburrimiento tan grande, que eres capaz de acabar con todo.
Por desgracia llevo un par de semanas en mi casa, (estoy fastidiada de una rodilla y el médico me ha mandado reposo) y  todas las tardes me asalta la idea loca de hacerme una merendola por todo lo alto... menos mal que mi despensa no está muy nutrida y mi buena conciencia me empuja al frutero a coger unas mandarinas.... esto hasta ayer.  Por fin me decidí a preparar una merendola:  mmmmm rollos de canela...mmmmm qué buenos, pensé. Pero, claro, tardan mucho en hacerse....así que desistí y me cogí un yogurt desnatado ( no hay mal que, por bien,  no venga).
Pero en mi mente ya había una semilla maliciosa de rollos de canela, y una vez di cuenta del insulso lácteo, me puse manos a la obra.

Rollos de canela
(Adaptación libre de la receta de Joy of Bakig)

Materiales necesarios: Una amasadora o robot de cocina que tenga gancho, o un par de brazos poderosos para trabajar la masa, dos boles, un rodillo y un molde de cerámica o cristal de unos 30 cm de diámetro

Tiempo de elaboración: 20 minutos, aproximadamente
Tiempo de levado (reposo de la masa, para que suba): 2h + 1h (o toda la noche)

No os asustéis por los tiempos y seguid leyendo

INGREDIENTES:

Para la masa
- 700 gr (más o menos) de harina de trigo tamizada
- 2 ctas. de levadura seca de panadero, que son 7gr, un sobre entero. ( yo utilizo una de la marca Maicena)
- 250 ml de leche
- 75 gr de mantequilla sin sal ( yo utilicé la de Hacendado)
- 65 gr de azúcar
- 1/2 cta de sal
- 3 huevos L ( o 4 M)

Para el relleno
- 150 gr de azúcar moreno
- 45gr de harina
- 120 gr de mantequilla (yo utilicé Tulipán)
- 3,5 ctas. de canela molida
- 1/2 cta. de clavo molido
- 1/4 cta de anís ( lo puedes poner molido o en grano, pero muy machacado, en el mortero)
- 1/2 ca. de jengibre molido

Para glasear
- nata líquida
- azúcar glas


¡¡¡¡Vamos allá!!!!!

Primero ponemos en un cazo, al mínimo, en el fuego más pequeño: la leche, el azúcar, la mantequilla y la sal.



Es importantísimo que no hierva, simplemente tiene que tener suficiente calor para fundir la mantequilla.



En el bol de la amasadora ponemos la mitad de la harina con la levadura seca y lo batimos , para que se mezcle bien.

Comprobamos que la temperatura de la leche no sea muy elevada  (de ser así, mataríamos la levadura), y la añadimos al bol de la amasadora, de forma gradual.
Debemos batir a velocidad media.



Si no tenéis amasadora, colocamos la mitad de la  harina tamizada en un bol, le añadimos la levadura y lo mezclamos con unas varilla manual (no eléctrica) y añadimos la leche con una espátula firme, o cuchara de madera, y mezclamos.


Una vez se haya integrado bien la leche añadimos los huevos de uno en uno, y subimos la velocidad de la amasadora. Debemos batir unos 3 minutos




Lo mismo ocurre, si lo hacéis a mano, añadid los huevos de uno en uno y, con vuestro poderoso brazo, batid como si no hubiera un mañana, durante 3 o 4 minutos

Pasados los 3 minutos, paramos la amasadora y sustituimos la pala de batir, por el gancho de amasar: ahora empieza el rock ´n roll,  baby!...



...a velocidad media-baja, empezamos a añadir el resto de la harina.



Veréis que, poco a poco,  se va formando una bola.....esto marcha!!!!!



Cuando os quede poca harina que añadir, parad la máquina y comprobad que la masa no sea pegajosa. si no necesita más harina, no la pongáis;  sacad la masa y sobre una superficie enharinada la trabajamos a mano hasta incorporar la harina de la mesa de trabajo. Si estuviera pegajosa, todavía, añadimos lo necesario hasta que el tacto sea sedoso, elástico y no se pegue nada.



Los que lo hagáis a mano....qué deciros: ánimo, que el resultado merece la pena!. Pasados los 3-4 minutos de batido-mezclado infernal, empezad a añadir la harina poco a poco, y cuando veáis que empieza a formarse una bola, pasad a trabajar con las manos ( que mola mucho más). Lo mismo que en el caso anterior: añadir tanta harina como sea necesaria. Si superamos los 700 gr, no pasa nada, y si sólo utilizamos 670gr, pues lo mismo. La medida de la harina es orientativa


Trabajar esta masa es un gustazo, me encanta ( lo siento por los que no tengáis amasadora, porque es un suplicio, pero antes, nuestras madres y abuelas no disponían de tanto cacharro y buenos dulces y panes se marcaban).

Una vez la bola bien formada, engrasamos ligeramente un bol, ponemos dentro la masa y la cubrimos con un paño. Comprobamos qué habitación de la casa es más calentita, y esté libre corrientes. Si hace bastante frío y tenéis manta eléctrica, conectarla a la mínima temperatura, y colocar el bol encima.
El levado será de unas 2 horas.



Pasado este tiempo, destapamos el bol y presionamos la masa con el puño para sacar el aire



La dejamos unos minutillos, que nos sirven para preparar el relleno.

En otro bol ponemos la mantequilla (si es de pastilla, que esté bien fría y cortada a trocitos diminutos), el azúcar moreno, la harina y todas la especias  (esto es a gusto de consumidor: si alguna no os gusta, no la pongáis).



Y con ayuda de un tenedor, o un machacador como el de la foto, lo mezcláis bien, hasta que sea homogéneo



Enharinamos la superficie de trabajo, estiramos la masa con un rodillo y formamos un rectángulo de unos 40 cm x30 cm, más o menos.



Con ayuda de una espátula estendemos, por toda la masa, la mezcla de mantequilla y especias





Cubrid hasta los bordes, que no quede espacio sin relleno





Por el lado más largo empezamos a enrollar, como si de un brazo de gitano se tratase




Y luego hacemos rebanadas de,  unos,  dos dedos de ancho (salen unos 16 o 17 rollos)




Engrasamos un molde y colocamos los rollos. Dejar espacio entre unos y otros, ya que crecen un poco en el horneado


Cuando los pongáis en el molde, dadles forma redondeada, porque al cortarlos se chafan.

Veréis que al colocarlos en la fuente de cerámica, os sobran algunos rollitos. Yo los guardé, en bolsitas individuales,  en el congelador. Sólo las tenéis que dejar, un día antes, en la nevera, para que se descongelen y proceder como indico más adelante.

Ahora viene el maravilloso dilema: ¿los queremos para ahora, o mejor para mañana, para desayunar?

Yo opté por la segunda opción, pero os detallo las dos:

- si las queréis consumir en el momento, tenéis que dejar reposar la masa otra vez, una hora, más o menos, tapado con un film.
Pasado este tiempo, quitamos el film y pintamos cada rollo con un poco de nata líquida


 y luego horneamos a 190ºC durante 20-25 minutos.

Mientras se hornea preparamos un glaseado.
En un cuenco ponemos azúcar glas y un poco de nata líquida. Esto lo hago a ojo, pero más o menos unos 50gr de azúcar y un par de cdas.  de nata



Una vez fuera del horno, con una cucharilla, repartís el glaseado entre los rollitos. No utilicéis la cuchara como un pincel, sino desde el aire, lo dejáis caer. No hace falta cubrirlo todo, a mí me quedó bastante irregular.





- si podéis esperar hasta mañana, sin que se os rebiente la hiel, tapáis con un film y lo guardáis en la nevera.
Al día siguiente lo sacáis y lo dejáis reposar unos 30 minutos. Luego le quitáis el film y procedéis de la misma forma que he descrito en el punto anterior.





Los tenéis que tomar tibios, y por favor, os lo pido: ¡no os comáis de una sentada todos los rollos de la fuente!, que luego vienen los "madres mías" y todavía no ha llegado la fase de engorde navideña.

Nosotros casi nos los comemos todos (me da vergüenza reconocerlo).





Aquí podéis apreciar la textura esponjosa de la masa....mmmmmmmmmm,  qué desayuno más bueno...... aunque de meriendas vaya esto, hoy!!!!!

Os animo a que la preparéis. Todas las posibles copias industriales que hayáis consumido, no tiene nada que ver con esto. Es lo más delicioso que he cocinado en mucho tiempo ( aunque, pensándolo mejor, creo que nunca he probado nada más delicioso).

Y se, a ciencia cierta, de lo que hablo, pues el más duro crítico gastronómico que hay,  vive conmigo, y si le dejo... se zampa toda fuente.


Perdonad la espera. Hace tiempo que no aparezco por aquí, pero como os dije antes estoy de reposo y hago lo mínimo (en todos los aspectos... no queráis saber cómo tengo la casa...es broma).

Hasta el próximo dulce y......

Bon profit!!!!!!!!